El sonido y los chacras nos da cuenta que sabiendo manejar las ondas sonoras, las ondas vibratorias del sonido se puede actuar sobre toda substancia, sobre toda vida.
El sonido, según el diccionario, es una sensación que se percibe por medio del oído. Y a la sensación la define como la impresión que dejan las cosas en el alma gracias a los sentidos.
Cuando se golpea un cuerpo, sus moléculas aumentan su vibración u oscilación creando ondas que
hacen vibrar también el medio que rodea a ese cuerpo (ya sea aire, agua, o cualquier medio elástico) y
así llegan al oído.
La Ciencia Hermética lo enumera como el Tercer Principio, el de Vibración, afirmando que éste es
coexistencial con el Movimiento, y que nada está estático.
Todo produce constantemente ondas oscilatorias de mayor o menor intensidad, generando también los
fenómenos de calor, color, etc; el sonido geometriza, da forma, por eso aparece en el principio de la
Creación.
“Sin el Sonido, sin la magia del Verbo Creador, de la Palabra, de la Música no existiría el Universo”,
nos dice el V.M. Samael y, también ya lo dijo Juan: ”En el principio era el Verbo y el Verbo era con
Dios y todas las cosas por él fueron hechas”…
“Existe en todo el Cosmos la Escala Sonora de los 7 Tonos. En todo el Universo resuenan los 7 Tonos
de la Gran Escala con los ritmos maravillosos del Fuego. El Mahavan y el Chotavan son los ritmos del
Fuego que sostienen al Universo firme en su marcha”…
Por otra parte, para Pitágoras los sonidos están determinados por los principios absolutos de las
matemáticas; los números son: principios absolutos en la Aritmética; principios armónicos aplicados
en la Música; magnitudes en estado de reposo en la Geometría; magnitudes en movimientos en la
Astronomía, sirviendo simultáneamente como medidas que determinan la naturaleza de las cosas y
exponentes que las dan a conocer. Por eso dijo: “Dios geometriza por medio del sonido” y “En el
principio era el Verbo”, dice Juan, el vidente de Patmos, y el Maestro Huiracocha: “El Logos suena”…
La ciencia ha demostrado que todos los cuerpos son sensibles a las vibraciones y que cada cuerpo tiene
la suya, y aunque no todas son audibles, todos tienen la capacidad de generarlas y ser afectados por
ellas. El sonido provoca y activa reacciones físicas, químicas y psicológicas, cuya influencia puede
llegar a modificar el carácter y hasta ayudar a sanar una dolencia, véanse sino, en este sentido, la
influencia que ejercen los diversos tipos de música en la vida común y corriente y en la Musicoterapia;
hay un dicho popular que reza: “La música amansa las fieras”…
Ya en 1787, el jurista, músico y físico Ernst Chladni encontró una manera de hacer visible lo que
generan ondas de sonido. Con la ayuda de un arco de violín que rozaba perpendicularmente en el borde de las placas planas cubiertas de arena, produjo patrones y formas, demostrando que el sonido realmente
afecta a la materia y crea patrones geométricos.
Le siguieron a Chladni, el matemático norteamericano Nathaniel Bowditch y el francés Jules- Antoine
Lissajus, y casi 200 años después, el médico suizo Hans Jenny, quien experimentó con otros materiales
como limaduras de hierro, agua y polvo de licopodio. Finalmente, tenemos en nuestros días al
científico japonés Masaru Emoto que ha demostrado científicamente como se pueden programar las
formas moleculares del agua y como ésta es sensible a diferentes estados anímicos de las personas, a la
música, a la palabra hablada y escrita y que dio como resultado su libro “Mensajes del Agua”. “Hay
palabras que sanan y hay palabras que matan”.
“Hay silencios delictuosos y palabras que matan”
Esta influencia del sonido sobre la materia, de alguna manera, ya había sido expresada en la Biblia al
decir el evangelista que “En el principio era el Verbo”, o en el derribo de las murallas de Jericó por
las trompetas de Josué; también ha sido de conocimiento público los efectos del sonido del disparo de
un cañón, de un pelotón de soldados al cruzar un puente, de un avión supersónico o la capacidad de la
voz para romper una copa de cristal al dar con su Nota Clave y sostenerla por un espacio de tiempo; el
grito de los karatekas con el que paralizan por segundos a su contrincante o las palabras mágicas de los cuentos infantiles que abren puertas, montañas, etc., son ejemplos de los mismo.
Por su parte, el V.M. Samael nos narra, experimentos con la música y su influencia en edades
remotísimas, después de la sumersión del Continente Atlante. Nos dice que hubo un rey muy sabio que
basándose en las mismas teorías de la influencia del sonido y sus cristalizaciones, de dos hermanos
iniciados, construyó un instrumento musical llamado lav-merz-nokh, con el cual pudo verificar muchas
maravillas relacionadas con la música.
Lo maravilloso de dicho aparato musical es que tenía cuarenta y nueve cuerdas, siete veces siete,
correspondiente a las siete veces siete manifestaciones de la energía universal.
Este aparato fue formidable, tenía siete octavas musicales que estaban relacionadas con las siete veces siete formas de energía cósmica. El aparato musical construido por el rey Too-Toz, hacía vibrar intensamente las siete dimensiones y las cuarenta y nueve regiones energéticas.
El valor de la música y las vocales:
Actualmente ya tenemos música revolucionaria formidable y maravillosa basada en el sonido 13, más
necesitamos con urgencia aparatos de música como el rey Too-Toz.
El mundo fue creado con la música, con el verbo y debemos sostenerlo y revitalizarlo con la música,
con el verbo.
La santa ley sagrada del Heptaparaparshinock (Ley del 7), sirve de basamento a toda la septenaria
escala musical.
Es urgente que todos los hermanos gnósticos comprendan, la necesidad de estudiar música. Es urgente que todos los hermanos gnósticos canten siempre las cinco vocales I, E, O,U, A.
Es necesario comprender el valor de la palabra y no profanarla con pensamientos indignos.
Es tan malo hablar cuando se debe callar, como callar cuando se debe hablar. Hay veces que hablar es
un delito, hay veces que callar es también otro delito. Hay silencios delictuosos, hay palabras infames.
Los dioses crean con el poder del verbo, por que al principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios.
Existe una lengua universal de vida que sólo la hablan los ángeles, arcángeles, serafines, etc. Cuando el fuego sagrado florece en nuestros labios fecundos hecho verbo, la palabra se hace carne en nosotros.
Todos los Mantras que conocen los ocultistas son únicamente sílabas, letras, palabras aisladas del
lenguaje de la Luz (El sonido y los chacras).
“Al que sabe, la palabra da poder, nadie la pronunció, nadie la pronunciará sino solamente aquel que lo
tiene encarnado”.
Después de todo lo dicho, es fácil entender la urgente necesidad de trabajar con el Sonido Mántrico o
Sonido de los Mantras, para ayudarnos en el despertar de nuestras facultades y poderes
extrasensoriales, para dirigir esa sabía combinación fonética que es el mantra, en sí mismo, hacia los
vórtices energéticos o plexos que son los Chacras, para activarlos, para despertarlos, y obtener sus
benéficos resultados (El sonido y los chacras).
“Una hora diaria de VOCALIZACIÓN, vale más que leer un millón de libros Teosofistas, Rosacrucistas, Acuarianistas, Espiritistas, etc.”.
La vocal “I”, despierta la Clarividencia, situada en la Glándula Pituitaria. La vocal “E”, despierta el
Oído Oculto, situado en la Glándula Tiroides. La vocal “O”, despierta la Intuición, que es el Séptimo
Sentido de la futura humanidad divina. La vocal “U”, despierta el Centro Telepático, situado arriba del
ombligo. La vocal “A”, despierta los Chacras Pulmonares, que nos confieren el Poder de recordar
nuestras vidas pasadas (El sonido y los chacras).
El Dr. Krumm Heller, aconsejaba a sus discípulos una hora diaria de vocalización. Decía el Dr. Krumm
Heller que se debería vocalizar en el siguiente orden: I-E-O-U-A. Aconsejaba el Dr. Krumm Heller,
llevar el sonido de cada vocal, desde la cabeza hasta los pies. Quería decir, el Dr. Krumm Heller, que
nos identificáramos con el sonido, llevándolo (imaginativamente) desde la cabeza hasta los pies, ya que
así despertarían todos los Poderes del hombre (El sonido y los chacras).
El método del Dr. Krumm Heller es como sigue, empecemos:
IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII EEEEEEEEEEEEE OOOOOOOOOOO UUUUUUUUUUU
AAAAAAAAAAAA
Decía el Dr. Krumm Heller que el Discípulo debería vocalizar una hora diaria; y éste es el sistema que
enseñaba el Gran Maestro HUIRACOCHA..
La “M” y la “S” también son vocales…
Si en la vida coge uno tantos vicios, si en la vida (a muchos) les da por coger el vicio del licor, el vicio
del cigarrillo, etc., pues, mejor que esos vicios es la práctica de los mantrams; son mucho mejor que
estar en cantinas, en tabernas. Uno llega a querer tanto a los mantrams, que al fin no se siente uno bien
el día que no ha practicado sus ejercicios. ¡Sed tenaces, queridos hermanos, sed tenaces! Ése es el
consejo que yo os doy a vosotros…
¡Sed prácticos porque la Nueva Era Acuaria, necesita Hombres prácticos, Hombres despiertos,
Hombres iluminados. No más teorizantes, no más escuelas, no más necedades!
Esta Lección Mántrica que os he dado, encierra la clave de todos los Poderes, y la llave de todos los
imperios…(El sonido y los chacras).
“El principio era el Verbo y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios, por él todas la cosas fueron
hechas, y sin él nada de lo que fue hecho, hubiera sido hecho”…
Sí hermanos míos, aprender a manejar el Verbo Creador” (El sonido y los chacras).
No hay comentarios:
Publicar un comentario