martes, 24 de julio de 2012

SONIDOS ALFA Y THETA PARA INCLUIR EN LA MEDITACIÓN GUIADA



Ondas Frecuencias Sonidos Alfa y Theta para usar en las Meditaciones:

  1.  Alfa: Cuando el cerebro se relaja, sus ondas comienzan a volverse más lentas, siguiendo un ritmo más coherente y uniforme, con una frecuencia de entre 8 y 12 Hz. Estas ondas suelen presentarse cuando el cerebro se encuentra en un estado de alerta pero sin enfocarse en aspectos específicos. Es una especie de "alerta relajada". Muchas personas pueden generar ondas alfa al cerrar los ojos o al encontrarse en un lugar tranquilo y en un estado contemplativo. Estas ondas se asocian con la relajación y la calma.
  2. Theta: Al pasar de la calma a la somnolencia, el cerebro emite ondas más lentas y sumamente rítmicas, con una frecuencia que oscila entre los 4 y los 7 Hz. Todas las personas generan ondas theta por lo menos dos veces al día. Son aquellos instantes en los que vagamos entre la somnolencia consciente y el sueño profundo, y nuevamente cuando salimos del estado del sueño y despertamos. El estado theta suele estar acompañado de imágenes mentales oníricas, impredecibles y sorpresivas, conocidas como imágenes hipnagógicas. Estas imágenes sorprendentemente reales suelen dejar profundos recuerdos, particularmente en la infancia. El estado theta ofrece acceso a material inconsciente como la introspección, la asociación libre, la inspiración creativa, etc. Es un estado misterioso y elusivo, potencialmente productivo y satisfactorio, pero difícil de mantener: las personas suelen quedarse dormidas en cuanto comienzan a generar grandes cantidades de ondas theta. Debido a esto, los investigadores han tenido problemas para estudiarlo.




La creatividad y la flotación.


La flotación es sumamente importante para la creatividad, ya que la reducción de estímulos externos y, en general, el ambiente de relajación y serenidad que produce, favorecen la generación de ondas alfa y theta en el cerebro. La creatividad es una herramienta básica para quienes se dedican al estudio y a los negocios. Se ha comprobado que las personas que obtienen mejores resultados en las universidades y escuelas son aquellas que tienen la capacidad de innovar y que poseen imaginación. Numerosas experiencias y momentos de iluminación creativa, introspección o revelación han ocurrido en circunstancias en las que la estimulación ambiental ha sido reducida de una u otra manera. Sabemos de historias de artistas y científicos que han recibido intuiciones creativas súbitas al estar observando el fuego en un lugar tranquilo, o encerrados en sus estudios. De hecho, la concentración alcanzada por medio de la restricción de la estimulación ambiental es un elemento esencial en el proceso creativo. Esto se debe a que es posible establecer un contacto más estrecho con nosotros mismos cuando los estímulos externos se reducen.


Las ondas cerebrales theta relacionadas con la creatividad.

Un importante número de investigadores ha notado que muchos de los grandes descubrimientos en la historia han sido realizados a través de las imágenes hipnagógicas en el estado theta. Existen diversos recuentos de tales momentos de inspiración y creatividad que ocurren cuando la persona se encuentra somnolienta, o mirando al cielo sin punto fijo. Prácticamente todas estas personas describen la relajación física y las imágenes mentales nítidas que aparecen de improviso en el estado theta. El habitáculo de flotación no nos convertirá automáticamente en genios pero su aptitud para situarnos en el estado theta indica que es una herramienta muy importante para promover la creatividad.

Visualización y creatividad.

En los últimos años se ha descubierto que aproximadamente 15% de las personas son "visualizadoras", es decir, que constantemente experimentan imágenes mentales. Otro 15% es "verbal", es decir, que operan en la mayor parte -aunque no por completo- en un mundo de palabras y pensamientos, ideas y estructuras verbales. El 70% restante yace en un espectro entre estos dos tipos. El profesor Thomas Taylor de la Universidad de Texas llevó a cabo estudios fascinantes sobre los efectos de la flotación en los procesos creativos y de pensamiento. Examinó grupos de prueba para descubrir quiénes eran "visualizadores" y quiénes "verbales", y concluyó que "cuando el mismo sistema de aprendizaje es analizado entre personas que son fundamentalmente visualizadoras, comparándose con quienes son verbales (o conceptualizadores), el aprendizaje se realiza más profundamente en los visualizadores". Taylor observó que el grupo que recibía terapia de flotación visualizaba mucho más que el grupo que no lo hacía, y que producía ondas theta en cantidades significativamente mayores, lo cual se sabe está estrechamente relacionado con las imágenes mentales.

El habitáculo de flotación es un entorno óptimo para la visualización, ya que la relajación que produce es tan profunda que el cerebro comienza rápidamente a generar grandes cantidades de ondas rítmicas y suaves, como las ondas alfa y theta. Todos los métodos de visualización utilizados a través de la historia -como las meditaciones de los monjes Zen o los rituales de los shamanes- han enfatizado que un estado de profunda relajación es esencial para lograr una visualización poderosa. Dentro del habitáculo de flotación, la relajación y la visualización suceden espontáneamente y sin esfuerzo.


La flotación es una gran herramienta para mejorar la creatividad, muy importante para artistas, estudiantes y personas de negocios. La relajación juega un papel primordial en el proceso ya que permite que nuestro sistema se encuentre tranquilo y podamos escuchar a nuestra propia mente. Al flotar, uno es capaz de ver su vida desde otra perspectiva - desde "fuera", por así decirlo. De esta manera, las respuestas se vuelven más claras. Al eliminar la mayoría de las distracciones externas, incluyendo la luz y el sonido, uno se permite el acceso a sus lugares más íntimos y cada vez más profundos, en un entorno como ningún otro en el planeta.

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